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¿Qué clase de información recibe la gobernadora Rocío Nahle en casos críticos como el del artero asesinato del candidato de Morena a la alcaldía de Coxquihui, Germán Anuar Valencia?
En el pasado, antes de que un político improvisado como su antecesor Cuitláhuac García ocupara el más alto cargo de elección popular en el estado, los gobernantes en turno solían recibir oportunamente informes confiables que les hacían llegar por distintas vías sus colaboradores de mayor confianza, tanto de la Secretaría y Subsecretaría de Gobierno como de los propios asesores del Poder Ejecutivo y de la desaparecida Procuraduría General de Justicia que posteriormente fue sustituida por la Fiscalía estatal, que a pesar de ser un órgano autónomo sus titulares solían colaborar lealmente con quien los había colocado ahí al proponer sus nombramientos ante el Congreso local.
Pero no es el caso de Verónica Hernández Giadáns, quien primero, en marzo de 2019 llegó como encargada de la Fiscalía General del Estado (FGE) al ser separado provisionalmente Jorge Winckler, y luego, en septiembre de 2020, asumió de manera formal la titularidad al decidir la Legislatura la destitución definitiva del abogado yunista.
El comentario se hace porque ayer, el columnista y director editorial del diario Excélsior, Pascal Beltrán del Río, abordó el caso del candidato asesinado de Coxquihui con información de la Fiscalía y evidencias que contradicen y echan abajo la versión dada públicamente por la gobernadora Nahle.
Revela, por ejemplo, un audio que circula en internet, en el que se escucha a Jaime Vega Gómez, aspirante a la alcaldía y líder municipal de Morena, quejarse de que la dirigencia estatal de su partido había decidido poner a Valencia como candidato en lugar de él.
"¿Cómo que nos van a imponer a un delincuente?", se escucha decir a Vega Gómez, quien ya sentía que tenía la postulación en la bolsa, publicó Pascal Beltrán. En la conversación grabada, amenaza con abandonar Morena y convocar una rueda de prensa para anunciarlo. "No manches, ese cabrón no es de aquí", protesta Vega, quien señala que Valencia, conocido como "El Napo", era una imposición de la familia Picazo, los caciques de la zona.
Beltrán del Río refiere que el 10 de abril Vega fue encontrado muerto en su casa, con un golpe en la cabeza, en circunstancias que no han sido esclarecidas. Y que, 18 días después, Valencia fue acribillado en su casa de campaña en la comunidad de El Arenal, al norte de la cabecera municipal.
El columnista cuestionó: "¿Qué fue lo que llevó al repentino cambio de candidato en el municipio? En Veracruz dicen que la dirigencia estatal del partido vendió las candidaturas al mejor postor, ´y los Picazo pagaron más´ por poner a Valencia como abanderado en Coxquihui".
Y apunta que "una investigación de la Fiscalía General de Justicia del Estado señala que Valencia estaría involucrado en dos asesinatos ocurridos la semana pasada, de personas cercanas al exalcalde Reveriano Pérez Vega, preso en Puebla por un intento de homicidio".
"En todo caso, en ese municipio, de 17 mil habitantes, hay dos aspirantes a la presidencia municipal muertos y un exedil preso. Si en esa demarcación, cuyo presupuesto ronda los 75 millones de pesos al año, se da este tipo de ambición violenta, imagine lo que sucede en lugares más prósperos", concluye.