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Si marcaste en tu calendario lo dicho en ediciones anteriores, sabrás que ya se viene la época de lluvias, pero ahora la advertencia es que este año traerán un volumen mayor al habitual.
Así lo prevé el Servicio Meteorológico Nacional, que estima precipitaciones más intensas durante lo que resta de mayo y a lo largo de junio, marcando un inicio activo para la temporada de huracanes.
A partir del 15 de mayo en el Pacífico y del 1 de junio en el Atlántico, las lluvias y tormentas tropicales estarán muy presentes en el clima diario, y las condiciones están dadas para un aumento en la frecuencia e intensidad de estos fenómenos. ¿La razón? La persistencia de una fase neutra del fenómeno El Niño, que influye directamente en la formación y fuerza de los ciclones.
Las autoridades prevén un mayor riesgo de inundaciones y deslaves, sobre todo en zonas propensas, pues los suelos se saturarán más rápido. Aunque aún se está lejos del pico de la temporada (entre agosto y octubre), se espera que los meses de junio y septiembre sean particularmente lluviosos.
En pocas palabras, será durante los meses de junio, agosto y septiembre en los que será más recomendable tener siempre el paraguas a la mano, pues no sólo es probable que el clima sorprenda con lluvias, sino que estas podrían llegar a tener efectos devastadores.
El pronóstico no es menor: para el Pacífico mexicano se contemplan entre 16 y 20 ciclones tropicales, mientras que en el Atlántico se estiman de 13 a 17 sistemas, entre tormentas y huracanes. De esos, varios podrían alcanzar categorías altas, como ocurrió en 2024, cuando Beryl llegó a categoría 5 en cuestión de horas.