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Fue hace prácticamente un año cuando México se horrorizó al viralizarse un crimen por demás atroz. En una vivienda de Iztacalco, Estado de México, una joven fue atacada por un sujeto identificado como Miguel Cortés Miranda.
Más tarde, se revelaría que esta persona era algo más que un simple agresor sexual; en su departamento encontraron diversos vestigios que lo relacionaban con cerca de una decena de crímenes contra mujeres, lo que quedó de manifiesto en sus declaraciones en el ministerio público.
Cortés Miranda permanecía recluido en el Reclusorio Preventivo Varonil Oriente; sin embargo, el llamado feminicida de Iztacalco murió horas antes de una nueva audiencia que tendría lugar el pasado fin de semana.
Según reportes de prensa, Miguel Cortés Miranda falleció en su celda el fin de semana apenas unas horas antes de ser trasladado a los juzgados, donde enfrentaría una nueva audiencia sobre los feminicidios con los que estaría relacionado.
Información de medios locales señala que la causa de la muerte del feminicida de Iztacalco habría sido un paro cardiorrespiratorio.
Se sabe que Cortés Miranda se desvaneció y se golpeó la cabeza dentro de su celda; en un principio fue llevado al servicio médico en el Reclusorio Oriente. Posteriormente, fue llevado al Hospital General de Iztapalapa donde se determinó que ya no presentaba signos vitales.
Miguel Cortés Miranda, químico de profesión, permanecía bajo vigilancia dentro del penal, además que estaba bajo supervisión médica debido a un tratamiento controlado.
Cortés Miranda había sido vinculado a proceso por su posible relación con los feminicidios de al menos seis personas identificadas como Amairany, Frida Sofía, Viviana Elizabeth, Norma Elena, Cinthia Vanesa y María José, siendo ésta su última víctima oficial.
Sin embargo, se presume que el llamado feminicida de Iztacalco estaría relacionado con más de una decena de crímenes tomado en cuenta los hallazgos de su departamento, que incluían además de identificaciones los restos óseos de varias mujeres.