![]() |
El Papa Francisco falleció este lunes a los 88 años en la residencia de la Casa Santa Marta, en el Vaticano, a las 7:35 de la mañana (hora local), según confirmó el cardenal Kevin Joseph Farrell, camarlengo de la Iglesia, en un emotivo video mensaje.
"Con profundo dolor debo anunciar el fallecimiento de nuestro Santo Padre Francisco. A las 7:35 de esta mañana, el Obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre", expresó Farrell.
Acompañado por el secretario de Estado, Pietro Parolin; el sustituto de la Secretaría de Estado, Edgar Peña Parra; y el maestro de ceremonias, Diego Ravelli, el cardenal Farrell destacó la vida del pontífice como un ejemplo de entrega.
Desde febrero, la salud del pontífice se había visto gravemente comprometida. Fue hospitalizado por una neumonía bilateral y permaneció 38 días ingresado. Tras recibir el alta el 23 de marzo, continuó su recuperación en el Vaticano, pero en las últimas semanas sufrió crisis respiratorias, insuficiencia renal y una infección generalizada, según fuentes cercanas. Requirió transfusiones sanguíneas y oxígeno suplementario.
Aunque el Papa Francisco estuvo ausente de los ritos de Semana Santa debido a complicaciones de salud, sorprendió a los fieles el domingo 20 de abril al asomarse al balcón central de la Basílica de San Pedro para impartir la tradicional bendición Urbi et Orbi. Posteriormente recorrió la plaza en papamóvil, en lo que ahora se considera su despedida pública.
A pesar de su frágil estado, detuvo el vehículo para bendecir a varios niños, aunque se notaba su deterioro físico y dificultad para moverse. Más temprano ese día, había recibido al vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, en un breve encuentro con motivo de la Pascua.
Con el fallecimiento del Papa Francisco, el Vaticano activa ahora los mecanismos establecidos para elegir al nuevo líder de la Iglesia Católica. Los cardenales del mundo serán convocados al cónclave en los próximos días para votar en la Capilla Sixtina.
El anuncio oficial marca el inicio del período de Sede Vacante, durante el cual cesan las funciones del pontífice y se pone en marcha el protocolo para la elección de su sucesor mediante un nuevo cónclave.
Mientras tanto, el cuerpo del Papa Francisco será velado en la Basílica de San Pedro, donde fieles y autoridades podrán rendirle homenaje. Su legado —marcado por la cercanía, la humildad y una incansable defensa de los marginados— deja una huella profunda en la historia del papado moderno.