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Cuando se habla de comida mexicana callejera, es difícil que no se te haga agua la boca al pensar en los aromas intensos y la sazón única de los puestos que se pueden encontrar en cada esquina.
Sin embargo, no todos comparten este entusiasmo, y aunque no se pretende desmerecer la fuente de ingresos de nadie, lo cierto es que muchos de estos antojitos tienen sus puntos en contra, de acuerdo con la famosa guía Taste Atlas (misma que también ha reconocido los platillos mexicanos).
No obstante, Taste Atlas también se dio el lujo de hacer una lista con los alimentos que considera los peores antojitos callejeros del país, independientemente de que puedan ser amados por muchos turistas y transeúntes locales.
El criterio de la guía no es solo el sabor, sino lo pesados en calorías, confusos o simplemente "raros" que pueden parecer desde sus ingredientes. Aquí te decimos, y es completamente válido si se te antoja alguno.
Una bomba de carbohidratos extremadamente popular en la CDMX durante las mañanas. Taste Atlas la puso en primer lugar por ser, literalmente, pan con masa envuelta en más pan.
No tiene nada de cubana, pero sí de exagerada: milanesa, salchicha, huevo, jamón y más, todo dentro de un pan. Para la guía, esta mezcla es un caos sin sentido.
Un clásico sencillo y barato, pero sin mucha gracia, en palabras de la guía. Solo frijoles refritos y queso rallado sobre una tortilla caliente.
Crujientes por fuera, suaves por dentro. El problema: el exceso de grasa. Taste Atlas no los perdona por eso.
Muy del sur del país, especialmente de Chiapas. El chipilín tiene un sabor herbal fuerte que, al parecer, no fue del gusto de los editores de Taste Atlas.