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Pasar largos ratos viendo en línea productos imposibles de costear —ya sea una casa lujosa de tres pisos, un auto deportivo o un bolso de marca— puede parecer una simple distracción digital. Pero la inteligencia artificial ha revelado que este hábito tiene raíces más profundas de lo que imaginamos.
Según un análisis de ChatGPT, este tipo de comportamiento forma parte de un fenómeno emocional complejo. Aunque a primera vista parece una pérdida de tiempo, navegar entre objetos fuera de nuestro alcance puede reflejar estados anímicos como la frustración, el aburrimiento o incluso un deseo reprimido de cambio.
Desde un punto de vista psicológico, mirar lo inalcanzable no es solo una fantasía: es un mecanismo que activa centros cerebrales asociados al placer y la expectativa. Algo así como una recompensa sin costo.
La inteligencia artificial también advierte que esta práctica, si se convierte en rutina, puede volverse perjudicial. Estar expuestos constantemente a estándares de vida inalcanzables podría incrementar la insatisfacción personal, alimentar comparaciones dañinas y deteriorar la autoestima.
Peor aún, esta conducta puede escalar hacia compras impulsivas como intento de aliviar el malestar emocional. Así, el ciclo se vuelve difícil de romper: se compra para llenar un vacío, se siente culpa después y se vuelve a caer en la misma dinámica.
En resumen, ver cosas que no vas a comprar no te convierte en raro ni superficial. Pero si se vuelve un hábito cotidiano, puede ser una señal de que algo dentro de ti busca otra forma de satisfacer lo que no se ha dicho en voz alta.