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La toma de la carretera estatal Córdoba–Paso del Macho y el cierre de la alcoholera Zapopan en Atoyac han generado una crisis económica para cerca de 300 familias que dependen directamente de la planta.
Además de afectar a más de 200 personas más de manera indirecta, denunciaron trabajadores que mantienen un bloqueo frente al palacio municipal.
El conflicto estalló después de que habitantes de Potrero Nuevo protestaran por un presunto daño ambiental causado por la empresa, al verter residuos en los arroyos Mata Larga y el canal de riego Alfredo V. Bonfil.
Desde entonces el acceso a la planta está cerrado, impidiendo la operación normal de la empresa y el ingreso de su personal.
"Somos 225 trabajadores directos más los cortadores de caña, fleteros y vendedores que viven de esta actividad. Esta toma está afectando el sustento de cientos de familias", señaló Miguel Palacios, empleado de la alcoholera.
Lamentó que no haya un canal de diálogo abierto para resolver el problema.
El bloqueo a la empresa, sumado al cierre de la carretera, ha complicado la movilidad en la región, afectando también a comerciantes ambulantes y pequeños negocios locales que dependen del funcionamiento de la planta para mantener sus ingresos.
Los trabajadores no minimizan la denuncia ambiental, pero exigen que se establezca un diálogo para evitar que el conflicto se prolongue.
"Queremos que se investigue, pero también que se nos permita trabajar mientras se hace. No se puede castigar a toda una comunidad laboral sin pruebas concluyentes", añadió.
La situación sigue tensa y sin avances visibles. Mientras tanto, cientos de familias temen por su futuro económico en una zona donde las oportunidades laborales son escasas y la zafra representa el único ingreso seguro para muchas personas.