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A seis días de que César Alejandro Domínguez Olea desapareciera, su madre, Lourdes Olea, lanzó un llamado desesperado a las autoridades para que se busque a su hijo.
Acompañada por bikers, a los que llamó su familia que la ha apoyado en estas horas de angustia, la señora expresó que ha perdido días por los diversos trámites burocráticos que deben seguir las personas que reportan a un ser querido desaparecido.
Agregó que lo que ella desea es salir a buscarlo, pero irá a Xalapa, a la Ciudad de México para ver que las autoridades la apoyen.
Los familiares y amigos de César Alejandro hicieron un llamado al alcalde Héctor Rodríguez para que dé indicaciones a su policía para que les ayude, para que revisen sus cámaras y así permitan ubicarlo y saber qué fue de él.
Amigos de él destacaron que el joven, de apenas 26 años, es un hijo, padre, amigo, músico, pero además una excelente persona, cariñoso con los animales.
Expresaron su desesperación de no saber en dónde está, qué le ha pasado, pero sobre todo, piden por que esté bien y a la gente que tenga algún dato, que se los haga saber.
Recordaron que ese día, 21 de abril, salió de su casa en la noche a bordo de su motocicleta Italika negra con vivos verdes, la cual tiene un pedazo de tacón en el escape.
"Llevaba un caso blanco, un impermeable en la cintura. Él es de complexión delgada, cabello largo", repitieron.
Otro de sus conocidos mencionó que César Alejandro seguido llevaba perros lastimados a su casa, los curaba, los alimentaba hasta que estaban bien, y ya luego los dejaba seguir su camino.
"No se vale, no es correcto, y las autoridades tienen que actuar, tienen que buscarlos", remarcaron.
Otra joven biker indicó que ella se molestaba mucho cuando alguien le decía que había que rayar, romper, gritar para hacerse escuchar, pero ahora los entiende y sabe que por sus hijos rayaría, rompería y gritaría.
Cabe mencionar que luego de permanecer en el parque ubicado frente al palacio de Mendoza, los bikers se dirigieron hacia Nogales, en donde permanecieron bloqueando por varios minutos a la altura de la salida de la autopista Orizaba-Mendoza, tras lo cual se retiraron.
Durante el tiempo que permanecieron ahí, ninguna autoridad se acercó para hablar con ellos.