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El glaciar del Pico de Orizaba, el más grande de México, podría desaparecer en cinco años, advirtió el investigador de la UNAM Hugo Delgado Granados, señalando que el cambio climático y la actividad volcánica están acelerando un proceso que parecía inevitable.
El Popocatépetl, por su parte, ha visto cómo la actividad volcánica ha acelerado la desaparición de su glaciar. Flujos piroclásticos y constantes exhalaciones han eliminado cualquier posibilidad de que el hielo se mantenga en su superficie.
Francisco Estrada Porrúa, coordinador del Programa de Investigación en Cambio Climático de la UNAM, advirtió que la desaparición de los glaciares no es solo un problema ambiental, sino económico. La pérdida de estos cuerpos de hielo podría afectar el Producto Interno Bruto (PIB), golpeando especialmente el corredor industrial del país.
Los especialistas coinciden en que la conservación de los glaciares mexicanos ya no es viable. Sin embargo, advierten que es necesario tomar medidas de adaptación para enfrentar la nueva realidad climática.
El acceso al agua en las zonas rurales, la gestión del uso del suelo y el desarrollo de políticas para mitigar los efectos del calentamiento global son algunas de las prioridades que deben atenderse con urgencia.
El Pico de Orizaba, el gigante blanco de México, está perdiendo su manto. En cinco años, el país podría quedarse sin glaciares y con ello, enfrentarse a una crisis ambiental de consecuencias incalculables.