Parroquia de la Asunción hace llamado a la paz tras hechos violentos en Misantla

En un momento de creciente tensión social y política en el municipio de Misantla, el vicario de la parroquia central de Nuestra Señora de la Asunción, Felipe de Jesús Cortés Cruz, elevó un mensaje de profunda reflexión y firme llamado a la unidad durante la misa dominical, tras los hechos de violencia ocurridos en la localidad de Sarabia contra el equipo de campaña de la candidata del Partido del Trabajo.

Desde el altar mayor, con voz pausada pero cargada de convicción, el sacerdote expresó su preocupación por la polarización política que se ha intensificado en la región, advirtiendo que ningún proyecto partidista debe sembrar el odio ni dividir a las familias de Misantla: "Que ningún partido político divida al pueblo", exclamó ante la feligresía que, en silencio, escuchó con atención sus palabras cargadas de paz y discernimiento cristiano.

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Felipe de Jesús Cortés no titubeó en señalar la responsabilidad individual y colectiva de los ciudadanos, sobre todo aquellos que profesan la fe: "Si tú que vienes a misa, si tú que vienes a la iglesia, haces lo necesario el día de las elecciones, usted está diciendo que es todo", sentenció, haciendo un llamado a actuar con conciencia y coherencia entre la fe y la práctica ciudadana.

Durante su homilía, reiteró su mensaje central: la paz no debe ser negociada ni alterada por intereses externos ni por el temor, y recordó las palabras de Jesús: "La paz les dejo, mi paz les doy", pidiendo a los presentes que las guarden en su corazón como escudo ante la confrontación.

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Afirmó que el llamado a la unidad no depende de colores o partidos, sino de una convicción más profunda: el respeto al prójimo y el compromiso de ser constructores de comunidad: "Independientemente del partido que vayamos a discernir, pidámosle a Jesús eso que Él nos da a nosotros: la paz".

El sacerdote, visiblemente conmovido por la violencia que se ha infiltrado en el proceso electoral, exhortó a todos los asistentes a orar no solo por un resultado justo, sino por el espíritu de fraternidad y esperanza: "Eso pídanle también a su corazón", dijo, señalando que la transformación de la sociedad comienza en lo íntimo de cada ser humano.

"No permitamos que el miedo sea quien decida nuestro voto ni que los intereses oscuros perturben la armonía de nuestro pueblo, Misantla es un pueblo de fe, un pueblo de esperanza, y debe seguir siendo un pueblo de paz", concluyó, recibiendo el respaldo de una comunidad que, entre miradas y silencios, asintió ante un mensaje que se ha vuelto necesario en estos tiempos inciertos.