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Aunque sin la misma magnitud que otras fechas conmemorativas, el Día del Padre no pasó desapercibido en el Cementerio Sagrado Corazón de Jesús, donde familias misantecas acudieron este domingo a rendir homenaje a sus seres queridos que descansan en ese camposanto.
Desde temprano, el ambiente se impregnó de recogimiento y nostalgia, en los pasillos, se podían ver a hijos y nietos portando veladoras encendidas, ramos de flores frescas y en algunos casos, incluso acompañados por música que evocaba momentos compartidos con los padres que hoy yacen en el sueño eterno.
Gustavo Gómez Ortega, administrador del panteón, en entrevista, reconoció que la afluencia en esta fecha no se compara con el Día de las Madres, sin embargo, sí se registró una asistencia constante de familias que acudieron a visitar mausoleos y lápidas, como muestra de amor y recuerdo perenne.
"Es una fecha más discreta, pero significativa. Hay quienes llegan en silencio, otros con música o arreglos, cada visita tiene su propia historia, pero todas con un mismo sentimiento: el amor que no muere", compartió el administrador.
En algunos mausoleos, las melodías se mezclaban con las oraciones, creando una atmósfera íntima en la que los recuerdos parecían revivir por instantes, en otros, el silencio hablaba más fuerte que cualquier palabra.
A pesar de no ser un día de gran concentración como el 10 de mayo o el 2 de noviembre, el Día del Padre sigue siendo una fecha importante para muchas familias, quienes encuentran en la visita al cementerio un acto de amor, respeto y conexión espiritual con sus seres queridos.
Con flores en mano y corazones apretados, Misantla rindió homenaje a los padres ausentes, confirmando que, aun en la muerte, el vínculo permanece vivo en la memoria de quienes los aman.