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Una agresión armada contra la casa de campaña de una candidata municipal en el sur de Veracruz dejó como saldo el asesinato de la periodista Avisack Douglas Coronado.
Un proyectil le entró por la espalda, le perforó el pulmón y salió por el abdomen.
El atentado se registró la noche del martes 20 de mayo en el municipio de Juan Rodríguez Clara y ha desatado una ola de condenas por parte del gremio periodístico, autoridades estatales y sociedad civil.
Avisack, de 47 años, se desempeñaba como fotógrafa y asistente personal de Dominga Xóchitl Tress Rodríguez, candidata a la alcaldía de ese municipio.
Además de la víctima fatal, el atentado dejó al menos a otras tres personas lesionadas. A pesar de la gravedad de la agresión, la candidata Xóchitl Tress resultó ilesa, al igual que varios integrantes de su equipo.
El acto se dio en plena campaña electoral, en un contexto de creciente violencia política en distintas regiones.
La Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas (CEAPP) emitió un comunicado en el que condenó "de manera enérgica" el asesinato y expresó su solidaridad con la familia, amistades y colegas de Douglas Coronado.
La institución exigió a la Fiscalía General del Estado (FGE) una investigación inmediata que permita esclarecer los hechos y llevar ante la justicia a los responsables.
Asimismo, la CEAPP reiteró su postura contra cualquier forma de agresión dirigida hacia periodistas, señalando que el trabajo informativo cobra una relevancia crucial en épocas electorales, donde el derecho a la verdad y la libertad de prensa deben estar protegidos.
Avisack Douglas nació en el estado de Chiapas, aunque más adelante migró a Querétaro, entidad en la que tramitó su credencial de elector.
Posteriormente se integró como reportera y corresponsal del Diario del Istmo, del corporativo Imagen del Golfo, medio con el que colaboró durante varios años.
Más adelante, su trayectoria la llevó a Xalapa, donde se desempeñó como jefa de prensa de la Secretaría de Salud estatal bajo la dirección del doctor Roberto Ramos Alor.
Quienes la conocieron coinciden en que Avisack era una profesional comprometida, apasionada por su oficio, además de una mujer cálida, con gran sentido del humor y entrega en su labor cotidiana.
Su muerte ha provocado una ola de publicaciones conmemorativas en redes sociales, donde colegas y amigos han compartido imágenes, anécdotas y mensajes de despedida que evidencian el aprecio y el respeto que supo ganarse.
Avisack murió trabajando. Como viven los periodistas en Veracruz: sin blindaje, sin certezas. Lo único que todos saben es que Avisack estaba ahí, haciendo su trabajo. Hasta el fin.