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Arribaron a Veracruz 26 experimentados operadores priistas –senadores y diputados federales de diversas regiones del país, así como algunos miembros del CEN del PRI– que vienen con la encomienda del dirigente nacional Alejandro "Alito" Moreno de apoyar a la dirigencia estatal del tricolor y a sus candidatos a las 212 alcaldías.
Por supuesto que todos traen la consigna de ganar los comicios, pero algunos militantes más sensatos nos comentan que ante el avasallamiento de Morena en la sucesión estatal de 2024 y sin los recursos y la estructura con que cuenta el partido gobernante, la verdadera prioridad del priismo es asegurar un porcentaje mayor al 3 por ciento de la votación total para que al menos no pierdan el registro en Veracruz que los dejaría fuera de la contienda de diputados locales en 2027.
Ya el experimentado senador sonorense Manlio Fabio Beltrones –exgobernador, exlíder de ambas cámaras del Congreso de la Unión y exdirigente nacional priista, entre otros cargos– había anticipado hace un mes que el PRI debía corregir su política de exclusión y abonar al diálogo porque en las próximas elecciones federales y locales intermedias corría el riesgo de perder el registro en 16 entidades, incluyendo su propio estado.
Beltrones Rivera, confrontado con "Alito" Moreno desde que el campechano decidió reelegirse, calificó de grosería el cambio de estatutos para permitir la relección una y otra vez, y estimó que ello implica acabar con un partido histórico que ya está en vías de extinción.
Quizá el PRI aún no desaparezca, pero es innegable que se encuentra en una situación verdaderamente crítica. Tan es así que por primera vez tiene que venir una legión de operadores político-electorales de otras entidades a apoyar al comité estatal y a sus candidatos porque sus mejores cuadros y exdirigentes han ido falleciendo –como Guillermo Zúñiga Martínez y Carlos Brito Gómez–, otros se alejaron del tricolor (Gonzalo Morgado Huesca y Felipe Amadeo Flores Espinoza) y la mayoría, entre ellos varios exlíderes y exfuncionarios fidelistas y duartistas, decidieron irse a Morena, al PVEM, al PAN y a Movimiento Ciudadano, que es el partido opositor con mayor tendencia de crecimiento.
Pero desafortunadamente para el PRI, ninguna fuerza de oposición quiso aliarse con ellos en Veracruz.
Hace un mes, tras el Consejo Nacional del PAN en la Ciudad de México, el vocero Jorge Triana apuntó que el plan estratégico del panismo implica replantear las coaliciones para no descuidar sus principios ni confundir a su electorado como ocurrió en las últimas elecciones federales.
"Nos vamos a seguir posicionando como lo que somos, un partido de oposición, un partido que representa una alternativa por el libre mercado, por la familia. Y un poco es recuperar el rumbo que, desde nuestro punto de vista, con las alianzas, se había desdibujado", declaró.
"Está clarísimo. Cuando nosotros hicimos alianzas con los partidos políticos ((PRI y PRD) en las dos elecciones federales anteriores, siento que nos sentimos, y las encuestas sí lo dicen, que desdibujamos mucho nuestra ideología. Tenemos que dejarla muy clara", remarcó, e indicando que evaluarán escenarios y contextos de cada entidad para que su dirigencia local determine el plan de acción, pues reconoció que en Durango actualmente la rentabilidad electoral del tricolor es más alta que en Veracruz.
¡Obvio, pues gobierna el priista Esteban Villegas Villareal!