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El papel aluminio ha ganado popularidad en la cocina como una herramienta para resguardar alimentos e incluso para facilitar su cocción. Aunque es práctico, debe utilizarse con precaución para evitar posibles riesgos en la salud.
Te explicamos qué alimentos no deberían guardarse con este material y por qué.
El aluminio, según un artículo publicado por la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, es uno de los elementos más abundantes del planeta. Su uso es común en embalajes de productos alimenticios y cosméticos.
La fuente también señala que el papel aluminio ha ganado relevancia en la preparación de diversos alimentos debido a su facilidad de uso, carácter desechable y propiedades como la capacidad de transferir el calor hasta dos veces más rápido que otros metales comunes. Sin embargo, investigadores de la Universidad de Ciencias y Farmacia de Brno, en la República Checa, advierten que existe un riesgo de contaminación de los alimentos por exposición al aluminio.
La investigación estimó que la ingesta promedio de aluminio en un adulto de 70 kg varía entre 14 y 105 mg por semana, superando en muchos casos la cantidad recomendada médicamente.
El consumo excesivo de este metal se ha relacionado con enfermedades como el Alzheimer, el Parkinson, la encefalopatía por diálisis, trastornos óseos y el cáncer de mama. Además, el aluminio es considerado una neurotoxina.
El sitio especializado en salud Healthline señala que gran parte del consumo de aluminio proviene de los alimentos, ya que los utensilios y materiales fabricados con este metal pueden filtrarse al entrar en contacto directo con los alimentos. Por ello, cocinar con papel aluminio puede ser riesgoso, especialmente cuando se utilizan altas temperaturas, se preparan alimentos ácidos o se emplea una gran cantidad de sal.
El artículo publicado por los investigadores de la República Checa respalda esta afirmación, ya que concluyó que, si bien existen filtraciones de aluminio a los alimentos durante la cocción, estas son más significativas a altas temperaturas y en alimentos como el jitomate y la carne.
Por lo tanto, los alimentos que se deben evitar cocinar o almacenar en papel aluminio, para reducir el riesgo de filtración, son:
Reducir el uso de papel aluminio puede contribuir significativamente al bienestar general del cuerpo, especialmente al disminuir la exposición innecesaria a metales pesados. Existen alternativas más seguras y sostenibles para cocinar y almacenar alimentos, en particular aquellos propensos a reaccionar con el aluminio. Algunas de ellas incluyen:
Adoptar estas opciones no solo protege la salud, sino que también representa un paso hacia una cocina más consciente, segura y respetuosa con el medio ambiente.