El tiempo también pasa para tu perro. Aunque siempre será tu compañero leal, llega un momento en que su energía baja, sus reflejos se vuelven más lentos y el gris empieza a asomar en su pelaje.
Reconocer que tu perro está entrando en la vejez es clave para adaptarte a sus nuevas necesidades y seguir acompañándolo con amor. Sabemos que aceptarlo es difícil, pero aquí te van unas señales que no puedes, ni debes, pasar por alto.
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¿Cómo saber si tu perro está envejeciendo?
A medida que los años avanzan, tu perro puede mostrar señales claras de envejecimiento:
- Menos energía: ya no corre como antes y prefiere dormir o descansar más.
- Cambios en el apetito: puede comer menos o mostrar dificultad para masticar si tiene problemas dentales.
- Comportamiento distinto: es normal que se muestre más ansioso, irritable o con alteraciones del sueño.
- Alteraciones fisiológicas: como beber más agua de lo habitual, orinar con mayor frecuencia o sufrir estreñimiento o diarrea.
¿Y cómo cuidarlo mejor en esta etapa?
Ajusta su alimentación: consulta con tu veterinario una dieta que incluya los nutrientes específicos para su edad.
- Mantenlo activo, pero con suavidad: paseos cortos y juegos tranquilos ayudan a conservar su movilidad y mantenerlo estimulado mentalmente.
- Revisa su salud con regularidad: los chequeos médicos se vuelven aún más importantes para prevenir o detectar a tiempo enfermedades comunes en perros mayores, como la artritis o problemas cardíacos.
- Y lo más importante: no le faltes. El amor, la paciencia y el tiempo de calidad juntos serán su mayor consuelo en esta nueva etapa.
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Tu perro te ha acompañado durante años. Ahora es tu turno de estar ahí para él, con cuidados, comprensión y mucho cariño. Recuerda que para ti, tu perro es (tristemente) una etapa; para él, eres toda su vida.